Nuestra comunidad nos hace permanecer en comunión Trinitaria para que vivamos en el corazón de la santa Iglesia a ejemplo de santa Teresita por la oración y el sacrificio que conmueve los corazones más que las palabras, orando y suplicando constantemente el Reino de Dios.
Nos dedicamos total y exclusivamente a la suprema Majestad en contemplación, regeneradas por el Espíritu Santo y fieles a la propia misión, siendo imágenes de Jesucristo en la oración del monte santo escuchando la palabra del Padre "Éste es mi Hijo amado, en quien tengo mis complacencias" (Mateo 3, 17).
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